Según el ministro de Defensa del Kremlin, Sergei Shoigu, la provisión de armamento a Ucrania por parte de Occidente “arrastra” a los países miembros de la organización al conflicto
bélico, ya que los acusó de impulsar a las tropas ucranianas a tomar los territorios anexados de Lugansk, Donestk, Mariúpol, Melitópol y Jersón.